Sabroso, nutritivo y refrescante, el gazpacho forma parte indispensable de la comida en cuanto empieza el calor. El cuerpo nos pide acudir a este alimento con un sinfín de cualidades nutritivas, especialmente por su alto contenido de verduras propio de la dieta mediterránea.
La base del gazpacho es el tomate maduro, al que se le añade ajo, pepino, pimiento, pan, aceite de oliva y vinagre, además de agua.
El conjunto de todos estos ingredientes, al que se le pueden añadir otros dependiendo del tipo de gazpacho que se elabore en sus distintas variedades, se mezclan en crudo y se trituran hasta obtener una crema, cuyo secreto es consumirlo bien frío.
Fuente natural de vitaminas A, C, D y E, hidratos de carbono, sales minerales, fibra y sustancias antioxidantes. Su elevado contenido en sales, hace que sea considerado una bebida isotónica, gracias al tomate y su alto contenido en potasio, también es una barrera frente a la deshidratación. Tiene un bajo nivel de calorías y produce un efecto saciante, comprobado en diversos estudios realizados sobre su consumo.
Por todos estos beneficios para la salud y porque es un exquisito manjar, el gazpacho es uno de los platos indispensables para la época estival y para consumir en cualquier época del año. El que escribe se va ahora mismo a tomarse un refrescante gazpacho…
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